Las participaciones preferentes son productos financieros a mitad de camino entre los depósitos y las acciones. No son depósitos porque su vencimiento es perpetuo, es decir, no tienen una fecha de vencimiento cierta, y no son acciones porque a través de ellas no se adquieren participaciones sociales de una entidad, esto es, en realidad, no se compra nada. En lenguaje llano podríamos decir que consisten en una inversión de dinero en una empresa o entidad que no se sabe cuándo se recuperará y que, sin embargo, no da derecho a una cosa distinta de, precisamente, recuperarla y cobrar intereses.
El motivo de su
adquisición masiva se explica, desde el punto de vista del consumidor, en el
engaño. Desde el punto de vista de las entidades y cajas de ahorros, en su alta
rentabilidad.
Así, estos productos
financieros se vendieron mediante engaño a inversores conservadores (en su
mayoría personas mayores de 50 años con escasa o inexistente instrucción
financiera) que, tras años de pertenencia a su entidad, se fiaron de lo que
ésta les ofrecía. El producto se presentaba por las entidades como una
inversión segura similar a un plazo fijo de gran rentabilidad y recuperable con
suma facilidad.
En efecto, inicialmente,
las participaciones preferentes ofrecían una alta rentabilidad, al depender
directamente del Euribor (su rentabilidad era, para que se entienda, por
ejemplo Euribor + 1%), índice variable que estuvo situado por encima del 3%
desde el año 2006 y alcanzó máximos de casi 5,5% entre 2008 y 2009. Sin
embargo, tenían algunos riesgos que jamás se notificaban a los inversores:
1. No se hallaban protegidas
por el Fondo de Garantía de Depósitos, como sí sucede, por ejemplo, con los
depósitos a plazo fijo, de manera que si el Banco quiebra (y la realidad nos
demuestra todos los días que eso es posible) el inversor no recupera su dinero.
2. La entidad se reservaba el
derecho a suspender las participaciones (pagando el valor que
tuvieran en ese momento, siempre muy inferior). Lo que supone dejar el cumplimiento
del contrato al arbitrio de una de las partes, algo prohibido por el Código
Civil.
Y, además, las dos
características que las convierten en ruinosas y de las que nunca se advertía a
los inversores:
3. El capital no está
garantizado, por lo que una vez que se quiere recuperar la inversión, hay que
ponerlas a la venta.
4. Su liquidez es baja.
Porque, como hemos dicho, no suponen la adquisición de ninguna parte en propiedad de empresas que
cotizan en bolsa y además, no tienen una fecha de vencimiento. Es decir, no se
ponen a la venta en un mercado de acciones (que por su propio dinamismo
garantiza operaciones continuas e inmediatas) sino que debe buscarse y encontrarse
un comprador (otro inversor privado) que quiera adquirir en concreto la preferente del
inversor inicial.
Así, si unimos las piezas,
alumbramos el drama. Con la caída del Euribor (en la actualidad al 0,5%) las
preferentes, que dependen de ese índice variable, apenas pagan intereses entre
el 1 y el 2%. Teniendo en cuenta lo que hemos expuesto y que un depósito a plazo fijo (posiblemente el producto más
conservador que existe desde el punto de vista de la inversión privada) paga
intereses al 3 o 3,5%, las preguntas son ¿quién va a comprar ahora la
participación preferente en la que tenemos invertidos, en muchos casos, los
ahorros de toda una vida? Nadie. ¿Tenemos la propiedad de algo? No. ¿Algún organismo o entidad nos garantiza recuperar nuestra inversión en un plazo determinado? No.
Por lo general, las
entidades y cajas de ahorros que vendieron participaciones preferentes
engañaron al consumidor sobre las características de un producto que el consumidor, de
haberlas conocido, no habría contratado. Esa es la clave de una reclamación
extrajudicial o judicial contra esas entidades. Reclamación que cuenta en la actualidad con
grandes posibilidades de éxito.
Desde
el próximo 20 de marzo el Despacho de Abogados Doce Tablas proporcionará a todo
aquel afectado por las participaciones preferentes de Bancos y Cajas de Ahorros
asistencia jurídica integral con la finalidad de recuperar el dinero que
invirtieron engañados a través de la iniciativa privada #lopreferenteesSUdinero.
Twitter: @Doce_Tablas #lopreferenteesSUdinero
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